domingo, 9 de noviembre de 2008

Sara, de Coruña

Reconozco que apenas pude hacerle caso. Rodeado de cientos de personas que intentaban hacerse oír por encima de los gritos y el alboroto, mientras en el Rincón Cubano sonaba por enésima vez la canción del comandante che Guevara, banda sonora casi oficial de las fiestas de San Mateo, fue cuando me presentaron a Sara, Sara de Coruña. Así somos en AEGEE, no tenemos apellidos, solo un nombre y una ciudad, Sara Coruña, Chema Oviedo, Oscar León, Pilar Madrid…

Pero por fin esa noche conocí a Sara, de la que tantas y tantas veces había oído hablar, que tanto y tanto apoyo había recibido de mis chicos de Oviedo, especialmente de Virginia y de Soni, que tanto y tanto tiempo había intentado crear una sede de AEGEE en Galicia y que tantas y tantas veces había sido ignorada por, o por lo menos no apoyada por las altas instituciones de la asociación. Pero ahora las cosas eran distintas, nueva gente estaba al frente, nuevas ideas e ilusiones  habían llegado y eso se reflejaba en su cara. O al menos eso es lo que a mí me parecía, aunque claro, dadas las circunstancias, las fiestas, la compañía y las altas horas de la noche, es posible que también el alcohol  ayudase. Cierto es, que a pesar de estar trabajando, yo también tenía mi ración de alcohol en las venas.

A pesar de la gente, el estrés del trabajo, el alcohol, y el ruido, tuve la sensación de conocer a Sara de inmediato, ella es así, una persona sin doblez, franca, sincera, con la que te encariñas al momento y con la que sabes que te unirá siempre una magnifica amistad. Mi primera intuición, como casi siempre, no me fallo y al día siguiente, cuando por fin pude hablar con ella un poco más sin tanto estruendo alrededor, me ratifique en mi modo de pensar.

Conectamos rápidamente y nos tomamos mutuamente mucho cariño. Además me identifique mucho con ella, porque también en Oviedo costo un mundo montar una antenna, costó un mundo sacarla adelante y costó un mundo que la gente se volviese activa. Desde luego a Sara le quedaba un largo y duro camino por delante, pero sin duda era la persona idónea para hacerlo.

Me contaron que Coruña, firmaría la convención de adhesión en el NetWork Meeting de Santander (maldita sea, aun me sigue costando trabajo llamar Network meeting a lo que siempre se llamo Regional meeting… será la edad). Decía, AEGEE Coruña firmaría en el NetWork Meeting de Santander, y me pareció una aberración. Siempre se había firmado en un ágora, con mil personas cantando la cancioncita. Sinceramente no me gusto la idea, pero debo reconocer que  estaba absolutamente equivocado. Me hubiese gustado que AEGEE Oviedo firmase como firmo Coruña, con 60 amigos viéndolo, en lugar de con mil personas cantando.

No muchas personas conocen todo el trabajo, el estrés, el papeleo las desilusiones y los quebraderos de cabeza que tiene que hacer, generalmente una sola persona, para llegar a ese momento. Sara lo había conseguido, AEGEE Coruña era ya una realidad. Su voz compungida y sus lágrimas escapándose de sus expresivos ojos daban fe de todo esto. Como si fuese Pedro Almodovar, agradeció a lo divino y lo humano la ayuda recibida. Junto a ella, todos nos emocionamos, y vi más de una lágrima correr por las mejillas de varias personas.

Apenas un par de semanas más tarde su primer evento oficial, un local training course perdidos en la montaña asturiana. Recuerdo que me cogió miedo, quizás no pensaba que me metiera tanto en el papel de malo, y posiblemente me pase con la bronca que le eche. De hecho me  gane la fama de borde, y casi nadie quería tratar conmigo, pero creo que en el fondo entendieron el mensaje. Las cosas hay que hacerlas bien desde el principio, sea ficción o realidad.  Me gustaría pensar que este Network Meeting tan magníficamente organizado es en parte, fruto de eso. Y solo en parte, porque un evento no lo organiza una persona, sino un grupo, y está claro, a la vista de los resultados, que en Coruña hay un gran grupo.

Creerme si os digo que ahora, es posible cualquier cosa. Si habéis conseguido, como me han dicho, cerrar prácticamente todo este evento con casi dos meses de antelación, el mundo se abre ante vosotros. Soñad, y convertid esos sueños en realidad, el primer paso esta dado, el resto solo son mecánicos.

Creo que hablo por todos cuando digo que es un orgullo poder venir aquí, y compartir con nuestras meigas el fruto de su esfuerzo. Solo una cosa a tener en cuenta, existen paraísos más allá de las fronteras gallegas, eventos dentro y fuera de España y amigos por todos los países de Europa. No dejéis de conocerlos.

Quizás así, tengáis la suerte que yo he tenido, y algún día, vuestra pareja, vuestros amigos, os lleven engañados a un lugar recóndito para haceros un homenaje, y os encontréis, como me paso a mí, cara a cara con los emocionados ojos de Sara, Sara de Coruña.

 

martes, 30 de septiembre de 2008

Memories

Recuerdos. Cientos, miles de recuerdos pasaron por mis ojos medio vidriosos al ver el video que me pusieron. Un video en el que se repasaba casi una vida en Aegee, un video que rememoraba penas y alegrías, situaciones tensas y memorables, autobuses, coches, gimnasios refugios, sacos de dormir, ronquidos, pintadas nocturnas. Castores y ñus, castells y san fermines en Italia, montañas y ríos, cervezas, copas y miles de hielos, ruedas pinchadas, flanes y rutas en bicicleta con esguince de tobillo. Amigos, amigos y más amigos.
Y mezclado con todo ello, con aquel video que repasaba mis casi 10 años buscando un sueño, palabras de homenaje, de cariño y reconocimientos que me hacían sentir vértigo. “Ejemplo a seguir” me dijeron, soñador, conciliador, cocinero de sueños e ideas, inspiración…
Y solo gracias al calor y al cariño de los 30 amigos que allí se reunieron, en los confines de Cantabria, y también de aquellos que se que hicieron todo por venir pero no pudieron, y que los sentí igual de cerca que al resto, solo gracias a su apoyo y a su amistad pude soportar el vértigo que me daban todos sus elogios. Apenas pude balbucear unas palabras de agradecimiento, con la garganta tomada y el alma encogida por la emoción. Lo siento chicos, os merecíais mucho más, porque sois vosotros los que me habéis dado las fuerzas cuando me flaqueaban, porque me habéis dado años de ilusiones, porque con vosotros cada evento era distinto y especial, porque me habeis organizado un homenaje, como ya os dije en su momento, que no creo que ningún socio de AEGEE Europa haya jamás recibido. Un homenaje espontaneo, clandestino, maravillosamente organizado y sin ningún cabo suelto. Y sobre todo un homenaje desde la amistad y el cariño.
Me llevasteis engañado, creyéndome, ingenuo de mi, que me iba al paraíso del romanticismo, a pasar un fin de semana de enamorados, y me encontré de repente en un pueblo perdido de la mano de Dios con una trentena de amigos gritando mi nombre a los cuatro vientos. Trastocasteis mis planes, apenas un poco, para regalarme una maravillosa noche, una noche mágica, tan mágica que hasta las estrellas acudieron, las estrellas del cielo, las estrellas de cada una de las sedes que estaban allí, y las estrellas que cada uno de vosotros sois.
Apenas recuerdo cuando perdí mi identidad, cuando deje de ser tan solo César, o César de Oviedo, para ser simplemente El Abuelo, vuestro Abuelo, vuestro orgulloso Abuelo, pero desde luego creo que no me podía pasar nada mejor dentro de AEGEE.
Después de todos estos años, me quise marchar por la puerta de atrás, con un toque de elegancia, sin hacer mucho ruido y escribiendo una carta de adiós a un amor que me ha acompañado mucho tiempo. Pero vosotros no querías dejarme ir así, y decidisteis hacer lo que mejor sabemos. Evento en toda regla, como tiene que ser, con camiseta, logotipo, grupo en el facebook, comida, amigos y bebida. El espíritu de aegee en estado puro. Ahora podéis decir que estuvisteis en el evento del abuelo y no lo recordáis. Yo diré a gritos que estuve en mi propio evento, y que jamás os olvidare y que jamás tendré palabras para agradecéroslo.
Pero como de sorpresas iba la noche, yo también aporte un granito de arena y quizás la última lección, la última experiencia vivida, la última batalla del abuelo para aquellos que sepan escuchar. Después de una década buscando un sueño por los confines de Europa, el verdadero sueño estaba apenas a un par de centenas de kilómetros de Oviedo.
Recuerdos, me quedan miles de recuerdos, de memories, y como sabéis, creo que casi todas las frases más bellas está ya escritas en canciones. Memories es también una maravillosa canción perteneciente al musical “Cats” y en ella he encontrado hoy una frase que define maravillosamente esta nueva etapa en mi vida y que todos sabeis ya a quien se lo dedico:
If you'll touch me, you'll understand what
happiness is
Look, a new day has begun

jueves, 17 de julio de 2008

Lana

Le pusimos de nombre Lana, porque de cachorro, era igual que un ovillo. Era la ultima de la camada que había tenido la perra de mi hermano, y era la ultima por ser quizás, la mas pequeña. Llevaba ya en casa varias semanas y mis padres decidieron llevarla a una tienda de animales para que la vendieran.
A mi se me encogió el corazón cuando escuche la noticia y me negué en rotundo a meterla en una pecera de esas para que algún niño se encaprichara de ella por navidad y la abandonara en algún a gasolinera en verano. Con no pocos esfuerzos convencí a mi madre para quedárnosla, y mi madre, como no, aceptó de no muy buena gana. Pero asi son las madres, dispuestas a todo con tal de complacer a un hijo.
Lana fue una perra excelente, cariñosa y siempre dispuesta al juego. Era inteligente, muy inteligente y conseguimos que aprendiera a caminar sin correa, y podíamos cruzar todo Oviedo sin ningún tipo de percance.
Se acostumbró a dormir en mi cama, a la que se subía de un salto, y se ponía a los pies de la cama. Por las tardes, mientras yo me echaba la siesta que nunca perdono, saltaba al sofá y se echaba sobre mi panza, dándome calor mientras dormía.
Vivió catorce años, de los cuales los primeros fueron muy buenos. Al final de su vida ciega y sorda ya, era un desvalido animal que buscaba constantemente el contacto humano, ya fuese el mío o el de mi madre.
A pesar de sus minusvalías, siempre nos recibió entre ladridos, casi llantos de alegría cuando regresábamos a casa. Tan solo una vez, cuando tanto mi madre como yo tuvimos que irnos y dejar a Lana en un albergue para perros por un fin de semana, nos recibió con enfado, ninguna carantoña, ningún ladrido. Solo una mirada de enfado se dibujaba en su cara, y con un caminar digno, casi altivo, se dirigió al coche y nos esperó hasta que llegamos a abrírselo.
Era mi perra, y solo aquellos que han convivido con un perro, saben el cariño que se le puede llegar a coger. Pasa a ser algo más que una mascota, es un amigo, un miembro más de la familia. Cuando pasé momentos malos, recuerdo que Lana no se despegaba de mi, como si notase que necesitaba más que nunca de su cariño.
Hace algo más de un mes, tuvimos que sacrificarla, y reconozco que me sentí compungido, aunque me lo esperaba a la vista del rápido deterioro que sufrió el ultimo mes. Sin embargo, necesitaba hacerle un homenaje, por todo lo que significó para mi, por todo el cariño dado sin esperar nada a cambio, porque mi casa parece otra desde que no está y porque cada vez que me acuerdo de ella espero que ella, a su manera, también haya sido feliz.

Para Lana, porque yo también cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi
perro

jueves, 10 de julio de 2008

Tenemos que Hablar...

Parece que fue ayer, pero ya llevamos casi diez años juntos. No se si los recuerdas, pero hemos pasado momentos muy duros en este tiempo, sobre todo cuando nos quedamos tu y yo solos. Por supuesto, también hemos pasado momentos muy felices, hemos descubierto juntos un continente, hemos conocido a miles de personas, y nuestros amigos son tan numerosos como las estrellas.
Cuantos viajes recorriendo Europa, durmiendo en aeropuertos, comiendo bocadillos, pizza, y kebab, sufriendo los retrasos en los vuelos, soñando en trenes y sufriendo autobuses. Cuantos brindis en distintos idiomas, cuantas fiestas y bailes. Juntos hemos vivido momentos de ridículo espantoso, noches de alcohol y diversión.
Hemos visto cine, escuchado conferencias, cursos y seminarios. Nos hemos reído con las charlas de Juan y seguimos buscando esa “nave”, aprendido del modo de trabajar de David, e impresionado con la capacidad de trabajo y sacrificio de Virginia.
Aprendimos ingles, y a saludar en casi todas las lenguas, conocimos las bebidas más fuertes de cada país, y hemos sido muy felices. Te debo mucho, antes de conocerte yo era un poco timorato, tímido e inmaduro, pero ahora, todo eso ha cambiado.
¿Recuerdas como nos conocimos? Fue en un bar, como no. Hablamos mucho y yo me enamore de ti en seguida. Eras todo lo que estaba buscando desde que volví de tierras italianas. Si, lo nuestro fue amor a primera vista.
Pero ahora las cosas han cambiado. No eres tu, tu sigues siendo igual, jovial, joven, alegre e interesada por el mundo, por conocer gente por hacer amigos…
Pero lo siento, yo ya no puedo seguir tu ritmo, los años pasan por todos, menos por ti, y ya me estoy haciendo mayor para seguirte. Además, cada día me cuesta mas recuperarme de tus esfuerzos, alguien dijo alguna vez que empiezas a ser mayor cuando te hace falta más de una mañana para recuperarte de una noche.
Ahora, nuevos horizontes se abren en mi camino, nuevos retos. Ahora tengo una pareja que llena mi vida, una nueva ilusión que me despierta cada dia, que me hace sentir vivo, que me hace ser mejor persona y con la que voy a ser muy feliz.
No es que ya no te necesite, no es que quiera olvidar todos estos años juntos, jamás podre olvidar lo feliz que fui a tu lado, pero ha llegado el momento de dejar atrás el pasado y encarar el futuro con valentía.
Siempre me tendrás a tu favor, y estaré cuando necesites hablar, consejo, o ánimos. Eres lista y tu y yo sabíamos que esto llegaría tarde o temprano. Se que esto últimos meses he estado un poco ausente y que en el fondo, tu te esperabas esto. Llevo varias semanas pensándolo en hacerlo, pero la última vez que tomamos unas sidras juntos, lo vi claro. La decisión estaba tomada.
Otros más jóvenes vendrán, y espero que te quieran tanto como yo te he querido, y de dentro de otros 15 años, podamos celebrar juntos tu vigesimoquinto cumpleaños, aunque de momento me conformo con ver tu decimo cumpleaños con ilusión y orgullo casi paternal.
Ahora, me voy, pero esto no es un adiós, sino un hasta siempre….
A mi querida AEGEE-Oviedo, y a todas y cada una de las personas que pasaron por ella en estos años. Gracias a todos por dar sentido a mi vida y mi trabajo este tiempo.

jueves, 26 de junio de 2008

La Môme

Bon jour monsieur!!! Ça va??
Una mano tendida en señal de saludo y una sonrisa iluminando su cara, remataban su menudo cuerpo. Llevábamos más de dos semanas esperando por nuestra profesora de francés, algunos con desdén, otros con desinterés, y otros como yo, los mínimos, con ilusión, la ilusión de iniciarnos en una nueva lengua, algo que hacía años que, seguramente por llevar tantos años en AEGEE, mi corazón y cabeza me pedían a gritos, aprender otro idioma, una nueva forma de comunicarnos con tantos y tantos que no hablan español, inglés o italiano.
Y después de tanto tiempo esperando, apenas pude balbucear una respuesta. Incoherente seguramente, no soy capaz de recordarlo, aunque si recuerdo que recibí su felicitación, cálida y reconfortante.
Se llama Isabel, y es sin duda alguna una de las personas más dulces que he tenido la suerte de encontrarme en mi vida. Al principio todos pensábamos que era francesa, e intentabas decir su nombre con un acento francés forzado que aun no teníamos, pero semanas despues nos enteramos que era asturiana, y nos reimos de nuestra estupidez.
Con el paso del tiempo nos ganó a todos, animando, apoyando y enseñando poco a poco algo que para casi todos era más difícil de lo que parecía en principio, hasta el punto se que estoy seguro que más de uno estudio francés más para no defraudar a Isabel, que por el simple hecho de aprobar, o por el placer de aprender francés.
Si Isabel fuese una de tantas buenas profesoras que he tenido en mi vida, este post acabaría aquí, quizás rematado con un agradecimiento o una anécdota simpática.
Pero no será así, puesto que estos meses han hecho que Isabel sea para mi más que una buena profesora. Amiga con mayúsculas, apoyo en momentos difíciles, confesora en ocasiones, y confesante en otras, la persona que por su modo de ser, por su modo de educar, ha conseguido que este tedioso curso haya llegado un pequeño resquicio de luz a mi vida académica. La admiro, porque su corazón es más grande que su frágil cuerpo, frágil, como la de su admirada, mi admirada Edih Piaf, nuestra Môme. Ha hecho que cada vez que escuche una canción en francés, incline la cabeza con intención de entender la letra y que vaya al cine a ver películas en versión original. Me ha abierto un nuevo horizonte y me ha dado una botas nuevas para alcanzarlo.
Sinceramente, me cuesta encontrar las palabras para describirla fehacientemente, para agradecerle todo lo que me ha dado este año, y para decirle que a partir de hoy entra en la historia, al menos en mi historia. Quizás solo puedo dedicarle un verso, que cada vez que lo escucho me pone los pelos de punta.
Non ! Rien de rien
Non ! Je ne regrette rien
Car ma vie, car mes joies
Aujourd'hui, ça commence avec toi!

Isabel, sincèrement, merci beaucoup….

domingo, 27 de abril de 2008

Paraisos Cercanos

Viajar es siempre fascinante, ilusionante , mágico en ocasiones y duro, muy duro en otras. Viajar te descubre cada dia una ciudad nueva, un nuevo paisaje, un nuevo rincón escondido de algún recóndito pueblo, fascinantes historias de gentes, y a veces chocas con la dura realidad de otras vidas, menos afortunadas que la tuya.
Viajar, como digo, es apasiónate incluso cuando viajas en solitario, pero siempre es mejor en compañía. En muchas ocasiones comienzas el viaje solo y en el propio recorrido, encuentras compañía para hacer pequeñas o grandes etapas, gente que pasa por tu vida, y con la que estableces una complicidad que puede perdurar a lo largo del tiempo, o no.
Pero es quizás, el mas emocionante y sorprendente de los viajes, el que hacemos por la vida misma y en ella encontramos los compañeros de viaje mas diversos, a veces nos hacemos bien, y otras nos hacemos daño. El viaje por la vida es doloroso y placentero, el cruel y dulce, es aburrido y apasiónate pero sobre todo es rico en experiencias, buenas y malas pero de las que todas se aprende.
Y lo mejor es que, en el camino, tras una esquina, en un bar o en lugares tan ineserados como en una canoa, tienes la suerte de encontrar, como me ha pasado a mi, la compañera de viaje ideal, con la que deseas compartir cada minuto de tu vida, y cada nueva experiencia y descubrir juntos recónditos lugares o dejarte guiar por ella para descubrirte los paraísos cercanos.
Hoy me han guiado por unos de esos paraísos a la vuelta de la esquina, de esos que tenemos tan cerca que no vamos nunca, fascinados más por ciudades lejanas, países remotos. Hoy he descubierto uno de esos refugios donde poder dejar volar la mente cuando los agobios te acucian, lejos del tumulto de la ciudad, donde solo el sonido del rio rompe el silencio de un bosque con tintes de bosque encantado, donde esperas encontrar detrás de cualquier árbol un hada, un cervatillo o un gnomo. Pero yo tenía la suerte de tener el hada a mi lado. Hoy he conocido Ucieda. Y no podría haberlo descubierto con mejor compañía.
He realizado muchos viajes físicos en mi vida y espero poder realizar en el futuro miles de ellos más, pero hoy me han enseñado un lugar mágico. He tenido varios compañeros de viaje, que se han quedado en el camino, pero desde hace meses, he encontrado con quien quiero compartir mi vida y mi futuro… y mis viajes

miércoles, 26 de marzo de 2008

Disfrutando de las Pequeñas Cosas

Hacía tiempo que no me pasaba, pero en aquel tablao, disfrutando con los ojos cerrados de aquel solo de guitarra por tarantos, se me saltaron las lagrimas de emoción. Nunca me había acercado al flamenco, y seguramente ese tablao lleno de italianos y japoneses no fue el más idóneo, pero fue una piedra de toque válida. Al menos me di cuenta de una cosa, al contrario que otro tipo de músicas, el flamenco no se puede aprender, se debe sentir.
Esta experiencia, no diré mística, pero si reveladora, fue casi el punto y final de una semana llena de emociones, llena de sentimientos contrastados, y llena, sobre todo, de felicidad.
Y es que, a pesar de ser, como ya dije, un orgulloso pecador, y por no comulgar no comulgo ni con ruedas de molino, debo reconocer que emociona pasar una Semana Santa en Andalucía, aunque solo sea por comprobar con que devoción viven sus gentes estas fiestas. Es impresionante ver el esfuerzo de los costaleros, levantando pasos que me ponen los pelos de punta solo al pensar en su peso, decorados con figuras, flores y velas. Es impresionante ver como mecen a las vírgenes al ritmo de las bandas de música, como se mueve acompasadamente el palio por el esfuerzo de 30 devotas personas. Es impresionante ver las lágrimas de los cofrades y devotos cuando, por la lluvia, no pueden realizar la estación de penitencia. Pero quizás lo más impresionante de Sevilla es el silencio reverencial, sepulcral, espontáneo que se cierne cuando desfila delante de ti un paso.
Sevilla tiene un color especial, pero sobre todo tiene un aroma especial, el aroma de azahar que flota por toda la ciudad, y que hace olvidar la multitud de turistas que la copan. Turistas, como éramos nosotros, aunque en nuestro caso, disfrutábamos más de las pequeñas cosas que de los grandes monumentos. Un paseo y una puesta de sol en el albaicín era preferible a visitar la alambra, una cervecita con una olivas machacás en una terraza en Jerez, mejor que visitar las bodegas Domecq, pasear por el parque de maria luisa y tomar un fino y un montaito de pringá, mejor que visitar los reales alcázares. Cierto es que disfrutamos la visitar la catedral y con la maravillosa vista que, desde lo alto de la giralda, disfrutas de Sevilla, pero fue, por lo menos tan bueno, como sentir en las manos la suave arena de la playa de tarifa, mientras contemplas en el horizonte, el continente africano, tan cerca, tan lejos.
Pocas cosas en el mundo se pueden comparar con disfrutar de unas vacaciones con alguien a quien quieres, cuando por fin consigues dejar atrás el trabajo, los estudios, las obligaciones y dedicarte única y exclusivamente a disfrutar de tu pareja, y compartir con ella las pequeñas cosas que de vez en cuando, la vida te pone delante.
Asi que seas católico o no, nadie se puede perder una Semana Santa en Andalucía pero siempre con alguien querido. Un consejo, busca a alguien que te explique los distintos significados de los pasos, cualquier sevillano estará encantado de hacerlo. Nosotros tuvimos la suerte de tener 3 primos que ejercieron de maravillosos cicerones, Sofia, Reyes y Jose Maria. ¡Gracias primos!

viernes, 14 de marzo de 2008

...Y el infierno, por la compañia

El genial Mark Twain, acuño una de las grandes citas de la historia cuando le dieron a elegir entre el cielo y el infierno, asegurando que “prefiero el cielo por el clima, y el infierno por la compañía”. Hasta hace bien poco, creía que esta frase la había dicho un cantante español venido a menos, y habitual tertuliano de programas de serie z televisiva, así que me alegró muchísimo el conocer que la frase es de tan genial autor.
Y es que no hago otra cosa en pensar en lo acertado de ella desde que salto la noticia de los nuevos pecados sociales de la iglesia católica. Desde pequeño he sido educado en la fe católica, que he ido perdiendo a lo largo de los años, a base de conocer, a base de ver y sobre todo, a base de pensar.
Para los que aun no hayan conocido la noticia, los nuevos pecados condenados por el vaticano, son
1.- Las violaciones bioéticas, como la anticoncepción.
2. -Los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre.
3. -La drogadicción.
4. -Contaminar el medio ambiente.
5. -Contribuir a ampliar la brecha entre los ricos y los pobres.
6.- La riqueza excesiva.
7- Generar pobreza.
Según estos pecados, está claro que la iglesia va a perder cada dia más adeptos, puesto que la inmensa mayoría de la población mundial puede considerarse nuevos pecadores. Yo personalmente, me considero un orgulloso nuevo pecador.
Soy pecador por ser un asiduo consumidor de métodos anticonceptivos, puesto que considero que tengo el derecho a tener una sexualidad sana, libre de posibles contagios de enfermedades venéreas así como el derecho a elegir en que momento de mi vida quiero tener descendencia. Además considero que toda mujer tiene el derecho inviolable de elegir cuando quiere ser madre.
Soy pecador, porque soy científico y creo que la ciencia y la investigación han contribuido más a establecer un estado de bienestar y a mejorar la calidad de vida de la raza humana, que la iglesia católica con sus rezos, sus creencias y su “sacrifícate ne la vida para ganarte el cielo”
Soy pecador, porque consumo drogas, alcohol, tabaco y si, laguna vez me he fumado algún porro, tomo café y algunas veces, hasta té- al fin y al cabo, todos son drogas. Y me solaridizo con los drogadictos pecadores del mundo, esos que usan drogas más duras, más adictivas, más destructivas. Son gente que tiene problemas, gente a la que hay que ayudar y esa ayuda no consiste en colgarles el sambenito de Pecador, y castigarles a la condenación eterna.
Soy pecador, porque contamino el medio ambiente. Tengo coche, moto, una casa que gasta energía, trabajo en cocinas que utilizan combustibles fósiles para funcionar. Supongo que el hecho de que sea uno de eso extraños que recicle en su casa, me mitigara en parte la culpa. Quizás por esto, me pase un tiempo en el purgatorio.
Sobre los otros 3 pecados, creo que es la iglesia la primera que tenia que reflexionar. Primero, si conviene condenar la sociedad de consumo y el mercado capitalista en la que viven la mayoría de sus fieles, y en la que aspiran a vivir los que aun no disfrutan de ella. Segundo porque confunden atentados contra la fe, que la fin y al cabo eso y no otra cosa son los pecados, con problemas sociales derivado del estilo de vida que tenemos que si, todos tenemos que luchar para solventar, pero que nada tiene que ver con la creencia en un único Dios, ni con cualquiera de los 10 mandamiento que le fueron entregados, y que no es sino un código ético de convivencia pacífica.
Además, es la iglesia una de las mayores poseedoras de riqueza excesiva, quizás no en sus escalafones más bajos, pero si en los altos, y numerosos son los ejemplos que la historia de estos 2000 últimos años nos ha dejado, siendo la mayor generadora de desigualdades sociales, asesinatos en nombre de la fe y desencadenantes de guerras, condenas a científicos y durante más de un milenio, fue la precursora de una sociedad de clases, donde los siervos vivían como por debajo de la miseria, extorsionados por sus señores y por sus clérigos a partes iguales, mientras que la iglesia se enriquecía y los señores feudales aumentaban su poder.
Al final fue la ciencia la que cambio la sociedad feudal, y desde entonces hemos ido evolucionando, al menos todos menos la iglesia católica.
Por eso creo que en un momento de crisis de la fe, donde cada vez hay menos sacerdotes, cuando se cierran conventos por falta de monjes y donde la sociedad tiene más poder de convocatoria que el clero, el vaticano ha perdido una magnífica oportunidad para dar un paso adelante y adecuarse de una vez al siglo XXI y en lugar de eso, ha cerrado trincheras en torno a una idea caduca que ya no convence a nadie. Deberían reflexionar.
Yo por mi parte, seguiré pecando, al menos a los ojos del Papa y los suyos, y si me tengo que condenar, prefiero pasarme la eternidad disfrutando del sexo, conversando con Einstein y Leonardo, aprendiendo de los errores y de las duras historias de drogadictos. Además seguro que el infierno estará bastante más animado que el paraíso

jueves, 17 de enero de 2008

Rosa de los Vientos

Con la llegada del año nuevo, como si una invisible rosa de los vientos se hubiese posado sobre Oviedo, los vientos del norte, del este y del sur, nos trajeron nuevas amistades, nuevas incógnitas. Casi sin darnos cuenta, después de tantos meses de trabajo, de tantas reuniones on-line, de sorprenderme, una vez más, con la capacidad de trabajo de Vir y el increíble control que tiene Simone de las cuentas, del perfecto control del resto de los organizadores, como en un susurro que el viento trae desde la lejanía, la European School 2 habia llegado.
Debo reconocer que no comencé la ES2 con la ilusión que tenia en anteriores eventos, más que nada por no tener tanto contacto con la organización, por no conocer de antemano a los participantes, al no haber realizado nosotros la selección, y en menor medida, por mi situación personal. Sin embargo, dispuesto a ayudar siempre, me presente en el albergue. Como siempre, la vida te da sorpresas y, también esta vez, disfrute mucho organizando, volví a hacer nuevos amigos, y descubrí o mejor dicho, acabe de descubrir a maravillosas personas.
Casi al final del evento, se levanto un poco de viento del sur de nuevo, trayendo con él a nuestros amigos leoneses, y el viento del este trajo a nueve santanderinos, junto a un pedazo de corazón asturiano, que me dejo siempre al lado de ella, para que no se sienta sola y la arrope en las noches. Y vinieron para acabar de llenar la noche asturiana de bromas, risas, bailes y sidra, mares de sidra que fluyeron ese fin de semana.
Después, el gélido viento del oeste se llevo a santanderinos y alemanes, leoneses, eslovenos, griegos, holandeses y todas las demás nacionalidades ahí presentes. Y de paso, como siempre, un poquito de nosotros se fue con ellos también.
Un cálido viento del sur, húmedo, tiñó de plomo el cielo asturiano, descargando sobre su suelo jarros de agua, y dándole a los verdes campos un aire de melancolía, por un evento más acabado, por unos nuevo amigos que con los que como siempre nos hemos dado una cita. La próxima vez que nos veamos será… en algún lugar de Europa.
En momento como este, siempre me replanteo mi presencia en AEGEE, y es posible que mis tiempos estén ya concluidos, pero he dicho esto tantas veces ya, que al final, ni yo me lo creo, como si el cuento del lobo fuese. Por eso no quiero decir que este es el punto final, sino que, como siempre, es un placer trabajar con vosotros, mis chicos de AEGEE Oviedo, y que espero poder volver a contar con vosotros, y que, como decía María, cuando nos vuelvan a pedir las estrellas, nuestra respuesta sea… Solo eso?