jueves, 26 de junio de 2008

La Môme

Bon jour monsieur!!! Ça va??
Una mano tendida en señal de saludo y una sonrisa iluminando su cara, remataban su menudo cuerpo. Llevábamos más de dos semanas esperando por nuestra profesora de francés, algunos con desdén, otros con desinterés, y otros como yo, los mínimos, con ilusión, la ilusión de iniciarnos en una nueva lengua, algo que hacía años que, seguramente por llevar tantos años en AEGEE, mi corazón y cabeza me pedían a gritos, aprender otro idioma, una nueva forma de comunicarnos con tantos y tantos que no hablan español, inglés o italiano.
Y después de tanto tiempo esperando, apenas pude balbucear una respuesta. Incoherente seguramente, no soy capaz de recordarlo, aunque si recuerdo que recibí su felicitación, cálida y reconfortante.
Se llama Isabel, y es sin duda alguna una de las personas más dulces que he tenido la suerte de encontrarme en mi vida. Al principio todos pensábamos que era francesa, e intentabas decir su nombre con un acento francés forzado que aun no teníamos, pero semanas despues nos enteramos que era asturiana, y nos reimos de nuestra estupidez.
Con el paso del tiempo nos ganó a todos, animando, apoyando y enseñando poco a poco algo que para casi todos era más difícil de lo que parecía en principio, hasta el punto se que estoy seguro que más de uno estudio francés más para no defraudar a Isabel, que por el simple hecho de aprobar, o por el placer de aprender francés.
Si Isabel fuese una de tantas buenas profesoras que he tenido en mi vida, este post acabaría aquí, quizás rematado con un agradecimiento o una anécdota simpática.
Pero no será así, puesto que estos meses han hecho que Isabel sea para mi más que una buena profesora. Amiga con mayúsculas, apoyo en momentos difíciles, confesora en ocasiones, y confesante en otras, la persona que por su modo de ser, por su modo de educar, ha conseguido que este tedioso curso haya llegado un pequeño resquicio de luz a mi vida académica. La admiro, porque su corazón es más grande que su frágil cuerpo, frágil, como la de su admirada, mi admirada Edih Piaf, nuestra Môme. Ha hecho que cada vez que escuche una canción en francés, incline la cabeza con intención de entender la letra y que vaya al cine a ver películas en versión original. Me ha abierto un nuevo horizonte y me ha dado una botas nuevas para alcanzarlo.
Sinceramente, me cuesta encontrar las palabras para describirla fehacientemente, para agradecerle todo lo que me ha dado este año, y para decirle que a partir de hoy entra en la historia, al menos en mi historia. Quizás solo puedo dedicarle un verso, que cada vez que lo escucho me pone los pelos de punta.
Non ! Rien de rien
Non ! Je ne regrette rien
Car ma vie, car mes joies
Aujourd'hui, ça commence avec toi!

Isabel, sincèrement, merci beaucoup….