martes, 30 de septiembre de 2008

Memories

Recuerdos. Cientos, miles de recuerdos pasaron por mis ojos medio vidriosos al ver el video que me pusieron. Un video en el que se repasaba casi una vida en Aegee, un video que rememoraba penas y alegrías, situaciones tensas y memorables, autobuses, coches, gimnasios refugios, sacos de dormir, ronquidos, pintadas nocturnas. Castores y ñus, castells y san fermines en Italia, montañas y ríos, cervezas, copas y miles de hielos, ruedas pinchadas, flanes y rutas en bicicleta con esguince de tobillo. Amigos, amigos y más amigos.
Y mezclado con todo ello, con aquel video que repasaba mis casi 10 años buscando un sueño, palabras de homenaje, de cariño y reconocimientos que me hacían sentir vértigo. “Ejemplo a seguir” me dijeron, soñador, conciliador, cocinero de sueños e ideas, inspiración…
Y solo gracias al calor y al cariño de los 30 amigos que allí se reunieron, en los confines de Cantabria, y también de aquellos que se que hicieron todo por venir pero no pudieron, y que los sentí igual de cerca que al resto, solo gracias a su apoyo y a su amistad pude soportar el vértigo que me daban todos sus elogios. Apenas pude balbucear unas palabras de agradecimiento, con la garganta tomada y el alma encogida por la emoción. Lo siento chicos, os merecíais mucho más, porque sois vosotros los que me habéis dado las fuerzas cuando me flaqueaban, porque me habéis dado años de ilusiones, porque con vosotros cada evento era distinto y especial, porque me habeis organizado un homenaje, como ya os dije en su momento, que no creo que ningún socio de AEGEE Europa haya jamás recibido. Un homenaje espontaneo, clandestino, maravillosamente organizado y sin ningún cabo suelto. Y sobre todo un homenaje desde la amistad y el cariño.
Me llevasteis engañado, creyéndome, ingenuo de mi, que me iba al paraíso del romanticismo, a pasar un fin de semana de enamorados, y me encontré de repente en un pueblo perdido de la mano de Dios con una trentena de amigos gritando mi nombre a los cuatro vientos. Trastocasteis mis planes, apenas un poco, para regalarme una maravillosa noche, una noche mágica, tan mágica que hasta las estrellas acudieron, las estrellas del cielo, las estrellas de cada una de las sedes que estaban allí, y las estrellas que cada uno de vosotros sois.
Apenas recuerdo cuando perdí mi identidad, cuando deje de ser tan solo César, o César de Oviedo, para ser simplemente El Abuelo, vuestro Abuelo, vuestro orgulloso Abuelo, pero desde luego creo que no me podía pasar nada mejor dentro de AEGEE.
Después de todos estos años, me quise marchar por la puerta de atrás, con un toque de elegancia, sin hacer mucho ruido y escribiendo una carta de adiós a un amor que me ha acompañado mucho tiempo. Pero vosotros no querías dejarme ir así, y decidisteis hacer lo que mejor sabemos. Evento en toda regla, como tiene que ser, con camiseta, logotipo, grupo en el facebook, comida, amigos y bebida. El espíritu de aegee en estado puro. Ahora podéis decir que estuvisteis en el evento del abuelo y no lo recordáis. Yo diré a gritos que estuve en mi propio evento, y que jamás os olvidare y que jamás tendré palabras para agradecéroslo.
Pero como de sorpresas iba la noche, yo también aporte un granito de arena y quizás la última lección, la última experiencia vivida, la última batalla del abuelo para aquellos que sepan escuchar. Después de una década buscando un sueño por los confines de Europa, el verdadero sueño estaba apenas a un par de centenas de kilómetros de Oviedo.
Recuerdos, me quedan miles de recuerdos, de memories, y como sabéis, creo que casi todas las frases más bellas está ya escritas en canciones. Memories es también una maravillosa canción perteneciente al musical “Cats” y en ella he encontrado hoy una frase que define maravillosamente esta nueva etapa en mi vida y que todos sabeis ya a quien se lo dedico:
If you'll touch me, you'll understand what
happiness is
Look, a new day has begun