miércoles, 14 de noviembre de 2007

Tan solo cinco Palabras

Es curioso el poder de las palabras. A veces necesitamos un sin fin de ellas para poder definir el más simple de los sentimientos, otras veces miles de ellas para poder describir un paisaje, una situación, una sensación. Es tan complicado, necesitamos tantas y tantas palabras que hasta inventamos un refrán para consolarnos “Vale más una imagen que mil palabras”
Sin embargo a veces las personas te sorprenden con una capacidad de síntesis envidiable, capaz de resumir el sentimiento de la inmensa mayoría de nosotros, de todo un pueblo que pide a gritos libertad, libertad de expresión, de sentimiento, de respirar.
Esas personas son, en muchos casos, las que menos te esperas, porque, quien podría suponer lo sucedido con el Rey de España hace unos días?
Debo reconocer que no me siento especialmente monárquico, como tampoco me siento especialmente republicano. Reconozco la figura del Rey durante la transición y me imagino, o me quiero imaginar lo duro de renunciar a unos privilegios otorgados, para asegurar una estabilidad incierta en su principio y sólida después de tantos años. Sin embargo, reconozco que esta semana me he sentido orgulloso de nuestro Rey, porque ha conseguido, con tan solo cinco palabras, resumir lo que todos pensamos, que el impresentable de Chavez como todos los dictadores, no es más que un charlatán, falso, y miserable represor de masas, de todo un pueblo que clama libertad. Pero además es un mentiroso, y de los peores, de esos que miente a su propia gente en su propio beneficio, un ser capaz de aprovecharse de una incipiente democracia para perpetuarse en el poder, acallador de medios libres y censor de todo aquellos que alzaron su voz para denunciar la represión, la corrupción y la infamia de un gobierno manipulador de elecciones. Un animal mediático, que utiliza la televisión y la radio para denunciar la paja en ojo ajeno, cuando debería ver la viga en el propio calificando de diablos y malignos a personajes de su misma calaña, y alabando a dictadores como él, que, para más INRI habia calificado anteriormente de dicatores. Pero eso, claro, era cuando necesitaba ganar unas elecciones, cuando necesitaba hacer comulgar con ruedas de molino a un pueblo hastiado del anterior gobierno, y que puso en semejante individuo sus esperanzas, que se las acabo llevando el viento.
Por eso, me permito desde aquí ovacionar al Rey, y me uno a él entonando esas cinco palabras que todos deberiamos gritar a los cuatro vientos, hasta conseguir que tan necia persona sea capaz de escucharlas
Chavez, Pero porque no te callas!!!!